¿Es seguro conectarse a una red WiFi pública?

La respuesta es sencilla: NO. Si estamos en el extranjero es posible que no tengamos otra opción, pero las redes sociales y temas bancarios, mejor dejarlos en un segundo plano si no es necesario acceder a ello. El robo de información está a la orden del día y no queremos que nos pase. Los compañeros de ABC han publicado estos riesgos en un interesante artículo.

No todas las redes públicas y gratuitas son tan inocentes como parecen. Si los usuarios no se dan cuenta pueden conectarse a algunas «supuestas». El problema es que es fácil crear un punto de acceso falso. «Depositamos cierta confianza en los lugares que visitamos y los ciberdelincuentes se aprovechan creando redes con el nombre de esos espacios como un hotel o cafetería», manifiestan fuentes de la firma de seguridad Kaspersky. De hecho, los delincuentes copian los nombres de redes populares (por ejemplo, los de las conexiones gratuitas de las cafeterías o de cadenas de comida rápida) para engañar a los dispositivos.

«Cualquiera puede crear una red WiFi y llamarla igual que la red que ya conocemos. Esto provocará que, de haber conectado con anterioridad a la red inalámbrica gratuita, allá donde un atacante cree una red con el mismo nombre, nuestro terminal conectará automáticamente sin ni siquiera preguntarnos», señala en un comunicado Alberto Ruiz Rodas, ingeniero para España y Portugal de la firma de seguridad Sophos.

Esto generará un riesgo, pues dicha red maliciosa podría usarse para robarnos información, atacar el terminal y obtener sus datos personales, entre otras actividades ilícitas. Los expertos recomiendan evitar en la medida de lo posible conectarse a este tipo de redes y, de tener que hacerlo, «inmediatamente una vez usada, la borremos de la lista de redes WiFi conocidas».

Ser fácilmente espiados

Otro de los posibles riesgos de conectarse a redes públicas, habitualmente abiertas y que no requieren de contraseña, es que . En redes wifi públicas (o en sus réplicas por parte de atacantes) es posible espiar el tráfico de otros usuarios. «Generalmente, no disponen de medidas de seguridad para detectar usuarios realizando estas prácticas maliciosas, por lo que puede ocurrir que la persona que está en la mesa de al lado, esté analizando y manipulando nuestro tráfico», apunta este experto. Por esta razón, se recomienda que siempre que se use una red WiFi pública es necesario usar un sistema de cifrado extremo a extremo.

Extremar precauciones ante las «apps»

Los expertos también lo tienen claro en este aspecto. A través de este tipo de res WiFi públicas un atacante podría manipular el sistema de navegación del dispositivo utilizado por el usuario para cambiar parámetros de las webs a visitar, donde podría, por ejemplo, inyectar anuncios y ventanas emergentes.

De esta forma, se dejaría vía libre a un tipo de ciberataque muy común: «hacer una ventana emergente que nos pide actualizar nuestro terminal, requiriendo para ello la instalación de una app fuera del repositorio oficial», agrega. El problema es que este tipo de «apps», incluso aunque requieran pocos permisos, podrían proporcionar acceso total al dispositivo. »Nunca deberemos hacer clic en este tipo de notificaciones, ni tampoco instalar nunca nada desde fuentes terceras o desconocidas», sostiene.

Por esta y otras razones, desde Kaspersky apuntan que no se acceda cuando se está navegando por una red Wifi pública a redes sociales ni servicios digitales. «Al utilizar una red wifi pública no abras tu cuenta bancaria o cualquier otro servicio importante. Opta por utilizar tu conexión móvil», recomiendan.

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